Wednesday, March 22, 2006

We've got stars directing our fate and we're praying it's not too late

Hoy me voy a dedicar a hablar sobre esos momentos incómodos que nos imponen las relaciones sociales.
Todos hemos pasado por ellos. Seamos señoritas refinadas o punks anarquistas, a todos nos afecta lo que sucede a nuestro alrrededor, y como reacciona la gente cerca nuestro. Eso genera ciertas "reglas" tácitas que uno debe, o necesita mas bien, cumplir para..... digamoslo claro: "Quedar bien". Esas reglas generan momentos incómodos cuando o no las cumplimos o fallamos en nuestro intento y, a veces, cuando las cumplimos, por algun tipo de "obligación moral" o similares. Algunos ejemplos serían:
-Saludar a alguien que no recordás conocer: A todos nos pasó, vamos caminando por la calle lo mas tranquilos y alguien nos llama, o se nos acerca diciendonos algo como "¡¡Marinaaaa!! (en mi caso, =P) ¿cómo te va tanto tiempo?" y uno empieza a pensar a toda velocidad "¿de dónde lo conozco?, ¿será del colegio?, ¿del club?, ¿era amigo de mi prima o quizás el ex novio de mi compañera de facultad? ¿como se llamaba? ¿me caia bien o me caia mal?" y mientras tanto saluda afectuosamente, con una sonrisa falsa mientras comenta que está muy bien y empieza a hacer preguntas genéricas sobre su vida, intentando no tocar temas profundos para no encontrarse con una situación donde hiera al otro (como por ejemplo: "¿ómo están tus papás?" y que contesten con cara de ofendidos "murieron hace 3 años en un accidente de autos, deberías saberlo", si, uno siempre piensa que puede suceder lo peor). Finalmente en algún momento, uno se termina acordando. O no, todavía no se quien cuernos era el pibe que me cruzé en el cine una vez y que me saludó muy afectuosamente, como si me conociera de toda la vida.
-El viaje en ascensor: Parece que en esta ciudad, y probablemente en otras también, la gente está muy acostumbrada a vivir en departamentos, pero no se termina de acostumbrar al hecho de que otras personas tambien viven en él. Uno muchas veces rehuye de los vecinos (no los culpo si tienen algunos como los mios, consulten más abajo para más info), como si generar contacto con ellos nos hiciera mas vulnerables (mi teoría dice que uno considera su edificio como parte de su vivienda, y los vecimos vendrían a estar invadiendo nuestro espacio íntimo). La cuestión es que, cuando los avatares del destino hacen que tengamos que compartir el ascensor con alguien desconocido, nos incomodamos. Cuesta estar apretujado con otro dentro de un espacio cerrado, creo yo.
-Encontrarnos con gente que no nos cae bien: Todos tenemos algún enemigo, y encontrarse con ese enemigo siempre es un mal rato. Pero si ese enemigo está rodeado de gente que uno quiere o debe saludar, el decoro dice que la persona no grata debe ser saludada también. Ese momento del beso obligado (por lo menos en esta cultura) es uno de los momentos más incómodos que todos hemos pasado. Pero al fin y al cabo el saludo es una manera de reconocer al otro, y no saludarlo sería llevar las cosas demasiado lejos (salvo casos graves, muy graves). Una derivación de esto es cuando uno nota que la otra persona se escapa para no saludar.Una excelente manera de molestar al otro, que al fin y al cabo esta haciendo una cosa bastante infantil, es perseguirlo y acorralarlo, hasta que no tenga mas remedio que saludar. Esto también es bastante infaltil, pero de vez en cuando una pequeña e inocente tortura al otro no viene mal.


Tengo la inspiración medio chota ultimamente, acepto a todo el que quiera aportar a mis posts.

Wednesday, March 08, 2006

Hoy se murió la democracia para mi

Dejo un poco de lado el objeto de este blog (hacer pasar un buen rato a mis lectores con mis delirios) para citar a una amiga mia:

"mirá esto: somos de las primeras generaciones nacidas en democracia, y a la primera persona que votamos le hicieron un golpe"